MITJA MARATÓ LLEIDA Y OLÉ

Y como cada noviembre, llega la media de Lleida, una carrera que cada vez corro con más cariño. Súper bien organizada y con un recorrido que me molaaaaaaaaaaa... jejejejejeje. Súper rápido. Es un entrenamiento perfecto para enfrentarme, como cada año en el puente de diciembre, a la Maratón de Málaga.

Pero antes toca superar la Media de Lleida...que a eso hemos venido.

Como es tradición y obligación, porque si no, no te dejan correr, recogemos el dorsal mi Espi y yo. El número que me tocó estaba compuesto por números pares, lo que me resultó muy curioso porque, en lo que llevamos de año, que ya es mucho, aún no me había tocado ninguno así. Dorsal 840. ¿Que cómo lo sé? Manías de corredor...jeje.

Todo listo. Solo un par de saltitos, una última meadita, y estaría preparado para correr bien ligero. Además parecía que pronto iba a dejar de llover. Estaba todo a mi favor.

10:30 am. Pistoletazo de salida y concienciado para disfrutar. Pasito a pasito y sin salir de mi zona de confort.

Km 10. Feliz de ver a Espi. Viviendo cada zancada y deleitándome con un recorrido que me encanta.

Unas robadas...

Cruzando el río Segre a toda velocidad... que la humedad a mi edad entra en los huesos y eso no puede ser.

Y después de girar en la última curva, te encuentras de golpe a la gente animando como loca. La satisfacción de llegar a Meta es aún mayor. Las pulsaciones a 2.000... Es lo más bonito de esta carrera.

Y de nuevo, reto conseguido. Mi objetivo era DISFRUTAR y lo conseguí al 100%. Prueba de ello es el salto que di. Además hice un tiempo de 1:32 min. GENIAL.

Qué puedo decir. Simplemente, otra medallita para mi colección, otra carrerita para mis patitas y otros 21 km para mi cuerpo. Esto de correr siempre es un placer.

GRACIAS mi Espi, por estar siempre a mi lado y hacer de mi locura una aventura juntos.

MAMÁ, estés donde estés siempre juntos... Siempre te llevo dentro de mi corazón. Seguiré corriendo cada día hasta lo más alto para seguir sintiéndote muy cerca de mí.