jueves, 29 de agosto de 2019

DE LO BUENO LO MEJOR Y DE LO MEJOR LO SUPERIOR: "EL ULTIMO BUCARDO"

Hay carreras a las que merece mucho la pena volver. Es el caso de la "VUELTA AL ÚLTIMO BUCARDO". Su recorrido es impresionante, 22 km y casi 1.700 D+. Es bastante desnivel, pero ¿cómo íbamos a disfrutar si no de tan magníficas vistas?
Sin embargo, la razón principal por la que creo que no deberíais faltar, no es el perfil de la carrera, sino el mimo que pone la organización en todo, empezando por un pueblo volcado para que los corredores disfruten. Es algo que casi se puede palpar. Se nota el cuidado que ponen en los detalles: música en directo y personalizada para la salida, objetos hechos a mano en la bolsa del corredor, un podio de tractores... Más que una carrera, es una fiesta en la que disfrutamos de cada kilómetro y de cada sonrisa de cada voluntario. Adjudicada para cada año en mi calendario, no digo más.

Pero antes de disfrutar de todo aquello debía concentrarme en lo que aún tenía por delante. Como siempre, tocaba estudiarme el recorrido, preparar el equipo y recoger del dorsal, en este caso, en nº20, que no sé por qué, me encantaba.

Antes de la salida, siempre el placer de encontrarme a gente estupenda dispuesta a disfrutar de las carreras. Pils, mi inseparable compañera de fatigas, corría también la de 22 km y "el Pollo" y su hija Inés la de 12 km. Por si esto fuera poco, apareció de improviso TurboMary, otra fenómena de las carreras de montaña y de la vida en general. Esta vez quiso venir para animar a su sobrina Inés junto a su hermana Ana. Si además tienen un cencerro...¡menudas dos animadoras! :).
En fin, que ya estaba todo listo para darle zapatilla al asunto.

Pistoletazo de salida a las 9:00 am y salimos a fuego. Al ser campeonato de Aragón, el nivel es la leche, la gente volaba. Yo lo intentaba... jejejejejeje.

Y sin piedad, nada más empezar, ya tocaba ascender casi mil metros positivos hasta el Pelopín, a 2.007 m. Casi me quedo sin aliento. Pero nooooo.

Cuando llegué a la cima aún quedaba bastante por hacer. Por una pista nos dirigimos hacia el pico Toronzué a 2.263 m.

La subida hasta la cima del Pico era bestial, pero eso no intimidó a Ramón Ferrer, que, para no variar, se había adelantado a los corredores para disparar su cámara a nuestro paso. ¡Y además dando ánimos! ¿Qué serían las carreras sin él?
Pasado el pico seguimos por una cresta rápida y cómoda con vistas al pico Tendeñera.

Y de nuevo, reto conseguido: disfrutar de la Vuelta al Último Bucardo y ver a mi Espi en meta con una sonrisa. ¿Qué más se puede pedir? Eso sí, debo decir que quedé bien contento con esa 31ª posición de la general en un tiempo lleno de treses jejejejejeje. 3:03:37 min.

Bestial la entrada de Pils. Menuda Titanaka la tía, que entró a meta con una sonrisa de oreja a oreja. Muy grande, muy grande es Pils.

Dar como siempre las gracias a mi Espi, que es siempre mi mayor trofeo en cada meta. Gracias Espi por estar siempre a mi lado en todo lo que hago. Gracias por transmitirme siempre tanta ilusión y tanta fuerza. Va por ti.

MAMÁ, estés donde estés siempre juntos... Siempre te llevo dentro de mi corazón. Seguiré corriendo cada día hasta lo más alto para seguir sintiéndote muy cerca de mí.

miércoles, 14 de agosto de 2019

XXII SUBIDA A OROEL. INOLVIDABLE.

Los que me conocéis ya sabéis que subir a la cruz de Oroel es algo muy especial para mí. Son muchos los recuerdos que allí guardo. Y como me gustaría que esta sensación durase toda la vida, porque cada día que pasa el vínculo que me une a este monte es más fuerte, incluso me he propuesto un reto a largo plazo que espero ser capaz de cumplir. Pero esta es otra historia...
Hoy lo que quería compartir con vosotros es la edición XXII SUBIDA A OROEL, la carrera de las carreras. Un año esperándola. Organizada con mucho cariño por el Club Atletismo Jaca, club al que pertenezco y me siento muy orgulloso de ello. 10 Km con 1.000 D+ desde Jaca hasta la Cruz.
La meteo no se presentaba muy favorable, lo que generó una gran incertidumbre porque la lluvia podía presentarse suavemente o todo lo contrario. Lo que era seguro era que la mañana iba a estar pasada por agua; la duda era calcular por cuánta... Afortunadamente la Organización supo manejar la situación y después de varias decisiones muy bien gestionadas, salimos todos con destino a la Cruz. Yo tenía el pálpito de que el día me guardaba algo mágico: era mi subida nº 303, con 33 curvas y con el dorsal 33, ¿qué más podía pedir?

Como ya es tradición, preparé con esmero el equipo (esta vez más bien escaso) y me hice las fotos, dorsal en mano. ¡Hala!, ¡pues ya estoy fichado para la carrera! Esta vez, creo me conozco el recorrido y perfil a la perfección. De hecho, hasta las piedras sé si están en su sitio jejejejejeje...

9:00 am. Tal como se preveía, día lluvioso. El equipo del Club preparado. ¡Valientes!
9:15 am. Pistoletazo de salida y al lío. Vamos a disfrutar de la carrera más espectacular de Jaca. ¡¡¡¡Ah!!!! Eva Puig, también se animó a tomar la salida. ¡Menuda energía tiene!, ¡qué titanakaaaaaaaa!!!!.... Go go to piki poweeeeeeer...

Pim pam, pim pam... un pie delante y otro detrás. Después de 6 km, llegamos al Parador de Oroel, donde no bebí ni agua y seguí a fuego hacia la cruz. No quería hacerla esperar mucho en un día como aquel.

Y al terminar las 33 curvas, me encontré de nuevo a Ramón, cómo no, jejejeje... ¡Qué tío!, está en todos lados. Ya solo queda 1 kilómetro más o menos hasta la cruz. Mucha niebla, pero temperatura perfecta. Parece que la lluvia estaba siendo benévola con nosotros.

BESTIAL... una carrera de lujo. Subida Nº 303 y a seguir contando. Aquí junto a Mr. Titán-Lux.
Fuimos a la par un buen rato. Está más fuerte que el vinagre.

Y tocaba bajar, que me esperaba mi Espi y quería darle un abrazo enooooooorme.

Al final el pálpito del que os he hablado se transformó efectivamente en algo mágico que no olvidaré: recibí un trofeo de la XXII Subida a Oroel. Puedo afirmar que en ese instante fui FELIZ. Resulté ser, ni más ni menos, que el 1er hombre del Club en llegar a Meta. La verdad es que no me lo esperaba, pero cuando me lo dijeron fue genial. Un trofeo del Oroel. No hace falta que os diga que para mí es algo único y que tener esta recompensa es algo increíble. Quería felicitar también a Pilar, que obtuvo el mismo galardón en categoría femenina. ¡Así se hace, sí señora!

Y qué decir de Eva. Qué grande, qué fuerza y qué cabeza tiene. Lo más increíble es que todo lo hace siempre con una sonrisa y un optimismo que puede con todo y más. Un ejemplo a seguir. Felicidades titanakaaaaaaaaa...

Ay mi Espi, qué suerte la mía de tenerte siempre a mi lado en cada momento, en cada carrera, en todo. Gracias por seguir siendo esa batería incansable que aguanta todos mis retos y todas mis locuras. Sin ti nada de esto tendría sentido. GRACIAS.

Y no quiero terminar esta crónica sin decirle a mi mamá: Mamá, estés donde estés, ahora gracias a este pedrusco del Oroel, aparte de tenerte en la Cruz, te tendré en casita muy cerquita de mí. Gracias por seguir dándome ilusión y ganas de no parar. Cuánta fuerza me has dejado...

MAMÁ, estés donde estés siempre juntos... Siempre te llevo dentro de mi corazón. Seguiré corriendo cada día hasta lo más alto para seguir sintiéndote muy cerca de mí.