Cartel BRUTAL jejejejeje... Todo preparado y circuito en el coco para saber cómo dosificar las fuerzas.
Como suele suceder antes de cada carrera, me encuentro a cantidad de gente enganchada a esto del correr. Creo que es uno de los motivos por los que me apunto a una carrera detrás de otra...En este caso fue una alegría coincidir con gente del Club Atletismo Jaca, al que pertenezco. Me siento muy orgulloso de compartir carreras juntos.
En fin, no todo va a ser cachondeo... Al fin llega la hora estipulada para la salida. Son las 9:30 am. Pistoletazo y al lío.
Dejamos Caldearenas siguiendo la senda de Izarbe hasta conectar con la subida contigua al barranco Malacolla. Luego la cosa se pone aún más emocionante al correr por una cresta con vistas impresionantes a Peña Oroel, Pantano de La Peña, Pico Peiró o Bentué de Rasal. Sin comerlo ni beberlo, ya alcanzo los 1.467 m de altura. Y como dicen que todo lo que sube baja, ahora tocaba bajar.
Y así lo hice. Un descenso sin tregua hacia Caldearenas, por unas sendas bien marcadas.
Y ya llegando a Meta, solo pienso que, de nuevo había cumplido mi objetivo: disfrutar.
Un último saltico como último esfuerzo. Ya podía decir que quedé contento con el resultado de la carrera: buenas sensaciones y además llegué en una posición bien maja, el 22, los dos patitos.
Y como siempre, dar las gracias a mi Espi, que nunca falta a ninguna de mis carreras y siempre me recibe con una sonrisa. Me siento afortunado de todo lo que tengo y de la suerte de tener a mi lado a la persona más increíble y maravillosa del mundo: Espi.
MAMÁ, estés donde estés siempre
juntos... Siempre te llevo dentro de mi corazón. Seguiré corriendo cada
día hasta lo más alto para seguir sintiéndote muy cerca de
mí.