Islandia... una isla perdida de la mando de Dios entre America y Europa. ¿que se nos ha perdido ahi?... Ya teniamos en mente un paseillo por ese paraiso natural desde hace varios meses, asi que lo llevamos a cabo sin contemplaciones. ¿por qué? Por que solo hemos oido cosas buenas de ella. Bueno... aqui va un resumen lo más escueto que he podido hacer de este paraiso de isla...
Recién llegados a Reykjavik después de un tren desde Madrid a alicante y desde alli el avión directo a Keflavik. La ciudad, no tiene mucho que ver, poca gente y la verdad, es que las ciudades cada día nos cansan más, pero bueno, algo de turismo hicimos jejejejejeje....
El vehículo a utilizar para dar la vuelta a la isla y disfruta de "NO" organizar nada en ningún momento. Una furgoneta con cama, cocina, nevera... un lujo del que lo único que podemos decir es "chapó". A partir de aquí, empieza el disfrute de verdad, naturaleza, naturaleza y más naturaleza...
Primera parada obligatoria, Geysir, el que está considerado el padre de los geisers y que curiosamente da nombre a este curioso fenómeno geológico. Algo flipante verlo desde tan cerca... parecía que iba a explotar el suelo jejejejejeje...
Gullfoss, es uno de los saltos de agua más impresionantes de Europa, tanto pos sus increíbles dimensiones, como por las cantidades de agua que lleva su caudal. INCREIBLE con que velocidad arrastraba la corriente el agua... me rio de las cataratas del Niagara.
Seljalandsfoss, una cascada que no esperábamos ver y que aparecio de repente desde la carretera nº1 y paramos a ver, lo guay de esta catarata, es que puedes pasar por detrás de ella y flipar más aun... perooooooo
... llegamos a Skógafoss que es una de las cascadas de las más enormes de Islandia. No, 60 metros de caída y sus 25 metros de ancho. A mí me dejó boquiabierto., sobre todo, por que te podias acercar hasta donde quisieras, eso si, siempre bajo tu responsabilidad.
Y llegamos al esperado Glaciar Vatnajokull, un regalo para la vista y un impacto para mi cerebro. Algo que jamas me había imaginado retener en mi cerebro. Esto ya forma parte de mi... pero al seguir caminando por senderos...
... llegamos después de casi tres horitas a esta pedazo catarata con formas extrañas y qie nos dejo de nuevo boquiabiertos... y seguimos y seguimos subiendo y subiendo hasta llegar...
... a una cima desde donde podíamos contemplar todo el glaciar desde principio a fin.
Y desde donde yo, personalmente, me quede mas de una hora contemplando dicho fenomeno natural tan increíble, perooooooooooo....
... siempre hay más, asi es Islandia, cada 50 km que avanzas, vas flipando mas mas y mas... eso es Jokulsarlon, otra maravilla para la vista. Un paraje de soledad y silencio lleno de icebergs flotando a la deriva y rodeado de focas... INCREIBLE.
Otro día decidimos pasear por las montañas volcanicas en busca de una cascada llamada Svartifos, pero antes de llegar y después de andar mas de 3 horas, nos encontramos con esta maravilla. Nos miramos y nos preguntamos ¿es esta?...
... y que va, después de otras dos horitas pateando con -7 grados, aparece a lo lejos congelada... IIIIIINCREIBLEEEEEEEEE... los pelos de punta de tanta belleza. Ni el frío era capaz de refrescar el subidón que teníamos.
Pasamos por la famosa cascada Dettifoss que está considerada la cascada más caudalosa de Europa, con unos caudales medio y máximo registrado de 200 y 500 m³ por segundo, dependiendo de la estación y del deshielo glaciar. Tiene 100 metros de ancho y una caída de 44 m ¿que más quieres que te diga?
Seguimos avanzando día a día y cada paisaje es totalmente diferente al anterior, ahora de repente, nos metemos en un mar de actividad volcánica de pelotas, un olor a azufre de flipar y humo por todas partes...
... y de fondo, una montaña llena de chimeneas. Espi y yo nos miramos y...
p´arriba, este paraje hay que contemplarlo desde todos los lugares posibles. ¿donde estamos? ¿en la luna? ¿en marte? ¿en jupiter?... parecia que la tierra iba a explotar.
Seguimos haciendo kilómetros sin descanso, eso si, siempre solos, sin coches, sin gente, sin animales... estamos llegando al ecuador del viaje. ¿que nos sorprenda ahora?...
CONTINUARÁ...
Recién llegados a Reykjavik después de un tren desde Madrid a alicante y desde alli el avión directo a Keflavik. La ciudad, no tiene mucho que ver, poca gente y la verdad, es que las ciudades cada día nos cansan más, pero bueno, algo de turismo hicimos jejejejejeje....
El vehículo a utilizar para dar la vuelta a la isla y disfruta de "NO" organizar nada en ningún momento. Una furgoneta con cama, cocina, nevera... un lujo del que lo único que podemos decir es "chapó". A partir de aquí, empieza el disfrute de verdad, naturaleza, naturaleza y más naturaleza...
Primera parada obligatoria, Geysir, el que está considerado el padre de los geisers y que curiosamente da nombre a este curioso fenómeno geológico. Algo flipante verlo desde tan cerca... parecía que iba a explotar el suelo jejejejejeje...
Gullfoss, es uno de los saltos de agua más impresionantes de Europa, tanto pos sus increíbles dimensiones, como por las cantidades de agua que lleva su caudal. INCREIBLE con que velocidad arrastraba la corriente el agua... me rio de las cataratas del Niagara.
Seljalandsfoss, una cascada que no esperábamos ver y que aparecio de repente desde la carretera nº1 y paramos a ver, lo guay de esta catarata, es que puedes pasar por detrás de ella y flipar más aun... perooooooo
... llegamos a Skógafoss que es una de las cascadas de las más enormes de Islandia. No, 60 metros de caída y sus 25 metros de ancho. A mí me dejó boquiabierto., sobre todo, por que te podias acercar hasta donde quisieras, eso si, siempre bajo tu responsabilidad.
Y llegamos al esperado Glaciar Vatnajokull, un regalo para la vista y un impacto para mi cerebro. Algo que jamas me había imaginado retener en mi cerebro. Esto ya forma parte de mi... pero al seguir caminando por senderos...
... llegamos después de casi tres horitas a esta pedazo catarata con formas extrañas y qie nos dejo de nuevo boquiabiertos... y seguimos y seguimos subiendo y subiendo hasta llegar...
... a una cima desde donde podíamos contemplar todo el glaciar desde principio a fin.
Y desde donde yo, personalmente, me quede mas de una hora contemplando dicho fenomeno natural tan increíble, perooooooooooo....
... siempre hay más, asi es Islandia, cada 50 km que avanzas, vas flipando mas mas y mas... eso es Jokulsarlon, otra maravilla para la vista. Un paraje de soledad y silencio lleno de icebergs flotando a la deriva y rodeado de focas... INCREIBLE.
Otro día decidimos pasear por las montañas volcanicas en busca de una cascada llamada Svartifos, pero antes de llegar y después de andar mas de 3 horas, nos encontramos con esta maravilla. Nos miramos y nos preguntamos ¿es esta?...
... y que va, después de otras dos horitas pateando con -7 grados, aparece a lo lejos congelada... IIIIIINCREIBLEEEEEEEEE... los pelos de punta de tanta belleza. Ni el frío era capaz de refrescar el subidón que teníamos.
Pasamos por la famosa cascada Dettifoss que está considerada la cascada más caudalosa de Europa, con unos caudales medio y máximo registrado de 200 y 500 m³ por segundo, dependiendo de la estación y del deshielo glaciar. Tiene 100 metros de ancho y una caída de 44 m ¿que más quieres que te diga?
Seguimos avanzando día a día y cada paisaje es totalmente diferente al anterior, ahora de repente, nos metemos en un mar de actividad volcánica de pelotas, un olor a azufre de flipar y humo por todas partes...
... y de fondo, una montaña llena de chimeneas. Espi y yo nos miramos y...
p´arriba, este paraje hay que contemplarlo desde todos los lugares posibles. ¿donde estamos? ¿en la luna? ¿en marte? ¿en jupiter?... parecia que la tierra iba a explotar.
Seguimos haciendo kilómetros sin descanso, eso si, siempre solos, sin coches, sin gente, sin animales... estamos llegando al ecuador del viaje. ¿que nos sorprenda ahora?...
CONTINUARÁ...
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